Isabel Viña, médico, sobre la vitamina D: "En verano, siete minutos de exposición al sol serían suficientes"
%3Aformat(jpg)%3Aquality(99)%3Awatermark(f.elconfidencial.com%2Ffile%2Fa73%2Ff85%2Fd17%2Fa73f85d17f0b2300eddff0d114d4ab10.png%2C0%2C275%2C1)%2Ff.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fbf9%2Feea%2Fb91%2Fbf9eeab91a9c4270a58b5cfcf1214b60.jpg&w=1920&q=100)
La vitamina D es una de las grandes protagonistas de la salud, pero no siempre es sencillo alcanzar los niveles adecuados, especialmente en determinadas épocas del año o con ciertos estilos de vida. La médico y divulgadora Isabel Viña ha respondido ahora a las dudas de sus seguidores sobre esta cuestión en su cuenta de TikTok, dejando claro que el equilibrio entre sol y protección es fundamental.
Viña ha querido matizar desde el principio que no se trata de tomar el sol sin control. “No estoy animando a que nos expongamos al sol hasta quemarnos”, advierte en su vídeo, que ha generado numerosas reacciones entre los usuarios de la red social. Tampoco recomienda prescindir del protector solar, algo que considera esencial en zonas como la cara, el cuello y las manos. “Son las zonas más susceptibles al fotoenvejecimiento y, además, las menos rentables para sintetizar vitamina D”, explica.
@isabelvinabas Cuánto tiempo tengo que tomar el sol en verano para la vitamina D que necesito
♬ sonido original - Isabel Vina
Lo que sí propone es aprovechar el sol de forma consciente y breve, especialmente en verano. “En torno a 7 minutos de exposición solar en brazos y piernas serían suficientes para sintetizar mil unidades internacionales”, señala la médica. Esta cantidad es una referencia general que puede variar en función de la estación del año, el tipo de piel, la latitud geográfica o la hora del día, aunque el mensaje principal es que no hace falta largas sesiones de sol para obtener beneficios.
Pero Viña va un paso más allá y explica que no solo importa la exposición solar directa, sino que existen otros factores que pueden afectar al aprovechamiento de la vitamina D. “Todo depende también de que, por ejemplo, nuestro hígado no esté afectado por la exposición a disruptores hormonales”, detalla. Estos compuestos químicos, presentes en ciertos plásticos, cosméticos o pesticidas, podrían dificultar la activación de la vitamina una vez sintetizada por la piel.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fb46%2Fb9f%2F371%2Fb46b9f3717e6bfc32eafb041d5c69b35.jpg)
La vitamina D3, que se produce en la piel tras el contacto con la radiación solar, necesita transformarse en su forma activa a través del hígado y los riñones. Es en ese punto donde los disruptores hormonales podrían interferir. “Parece que disminuyen la activación hepática”, afirma Viña. Este fenómeno explicaría por qué algunas personas, pese a pasar tiempo al aire libre, no logran aumentar sus niveles de vitamina D en sangre.
Además de los disruptores hormonales, hay más variables que pueden influir en esta síntesis: desde el envejecimiento de la piel hasta el uso de ciertos medicamentos o la obesidad, todos ellos factores que los profesionales sanitarios tienen en cuenta cuando valoran un posible déficit.
Cada vez más expertos coinciden en que es clave entender el papel que juegan órganos como el hígado en este proceso, así como la influencia del entorno químico al que estamos expuestos. “Muchas veces uno se expone al sol, pero no le sube la vitamina D. Aunque hay muchos factores, este puede ser uno”, resume la médica.
El Confidencial